En torno al contexto global de confinamiento, muchos son los sectores en los que los internautas se han querido adentrar, ya sea por buscar nuevas fuentes de ingresos o simplemente por entretenimiento, uno de estos sectores son los casinos en línea, los juegos de azar en línea generalmente.
Sobre estas plataformas en línea siempre han existido prejuicios de todo tipo, sin embargo, es de dominio público que los gobiernos también usan estas plataformas para manejar dinero que luego será destinado a fines sociales.
Entonces, ante este panorama, al final no parece que sea tan malo, en este artículo vamos a desmontar de forma equilibrada los mitos y prejuicios que existen frente a esta industria.
¿Son mejores los juegos públicos?
Frente a esta disyuntiva presuntamente moral, podemos decir que técnicamente el juego prevalece en su principio fundamental de redistribuir el dinero de todos a unos, ya sean estos jugadores o programas estatales.
La cuestión netamente es ¿existe alguna diferencia en cuanto técnica, plataforma, proveedores de algoritmos certificados?, y la respuesta a esta interrogante es no, los niveles y estándares técnicos son altamente competitivos.
Sin embargo, debido a la usabilidad, la experiencia más próxima a la realidad con los nuevos simuladores de juegos en línea y con el plus del tiempo real, puede resultar más satisfactoria para el jugador, y estos por lo general son mejor desarrollados por casinos en línea privados, con contrataciones de alta calidad en los principales proveedores de algoritmos, pero de esto hablaremos más adelante.
Se deben regular aún más
El Consejo empresarial del juego en España (Cejuego), afirma que los juegos en línea están regulados por el Reino Español, es por ello que todos sus miembros se apegan a esta normativa, que garantiza de una forma u otra la legalidad y responsabilidad de los proveedores de este servicio a los españoles o a quienes quieran hacer uso de estos.
Desde el año 2011 los miembros de Cejuego respetan no solo la normativa denominada Ley del Juego 13/2012, sino que además con respecto a los establecimientos físicos, conservan el principio ético de distancia fuera de las zonas escolares.
¿Este tipo de juegos solo traen problemas sociales?
Quizás al ver los números con los que contribuye este sector a la sociedad y su economía lo pensarán dos veces antes de emitir una opinión tan parcializada, pues en España un 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB), proviene de los juegos de azar en línea o en establecimientos físicos.
Es decir, este prejuicio se conecta con la variable de los juegos públicos o privados, y la verdad es que estos último también contribuyen con el Estado, además que el informe de Cejuegos también especifica que unos 120 mil empleos directos e indirectos dependen de ellos.
Decidir o no hacer uso de las plataformas de juego en línea es parte de tu libertad individual y esto es ampliamente respetado en la legislación española, acompañado de un uso responsable de ambas partes, el usuario y el proveedor del servicio.
¿Será la prohibición una solución?
Argentina ya cuenta con un marco legal adelantado y esto es altamente positivo, si, positivo, en la nación sureña existían unas mil casas operando de forma clandestina, sin un marco legal, sin un sistema de protección, persistirán los vacíos judiciales y los jugadores estarán completamente desamparados.
No mentiremos, en internet si abundan las casas ficticias de apuestas, pero con un análisis de sus certificados se pueden hacer elecciones inteligentes, que garanticen el entretenimiento responsable y por qué no, la suerte.
Las regulaciones nacionales proveen de confianza no solo a los usuarios sino también a las plataformas que ofrece este servicio de entretenimiento, entender que la prohibición generará un mercado ilícito, sin protección y que tampoco se lucrará el Estado de los impuestos que este sector pueda generar, es un panorama que denota que así no se solucionará nada, tampoco los usuarios dejarán de jugar, ellos lo harán y lo harán en desventaja.
La nueva jurisprudencia indica que las empresas que operen bajo la licencia tendrán la responsabilidad de aportar cerca de un cuarto de su facturación al Fisco, es decir, un 15% de ingresos brutos, 8% de un impuesto específico por esta actividad más un 2% del canon.
Los principales objetivos de esta iniciativa es normar los juegos de azar, erradicar los juegos ilegales, las estafas o fraudes, así como también desintegrar las redes que usan plataformas ficticias para el blanqueo de capitales.
Hay más factores positivos, pues los sectores susceptibles como los menores de edad, la doble identidad para jugar (caso común en ludopatas), políticas de auto-exclusión, (paso importante para luchar contra esta condición), protección a la información financiera del usuario, serán protocolos a desarrollar gracias a este nuevo marco jurídico.
Este avance en el sector se ve como un buen inicio para entender que esto es una operación ganar-ganar, pues un 10% de todos los recaudos serán asignados a los municipios de la provincia de Buenos Aires. Entonces vamos a preguntarnos ¿es malo el juego o el jugador?